12 mayo 2010

... no lo que yo haga.



Me llamas a casa a las 11. Me dices que has tirado el móvil, que quieres cambiar de sitio la tele de tu cuarto, que vas a decir adiós a todos tus amigos, que te sientes solo, que me necesitas. Me invitas a salir. Me evitas el tema que nos ocupa, desvías mi atención y culpas a otra persona. No me gusta hablar por hablar pero tú, aún así, lo intentas. Me das las gracias y no las quiero. No quiero cotillear, no es asunto mío, lo mío es lo de ayer. Te callas y yo no me callo. Antes de irme, me preguntas qué voy a hacer. ¿Me estás echando otro problema encima? Te digo algo: a los que no me quieren, que sean felices... Y a los que me quieren, que sepan todo lo que en la vida les concierne. ¿Por qué? Pues porque les deseo lo mismo que quiero para mi.


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09 mayo 2010

Poetas


No tiene miedo a las palabras, sabe que son tristes, amargas, pasionales y melancólicas. En la gardenia de su alma, conserva las más dulces y cariñosas. Sus ojos lo divisan todo, suben y bajan por cataratas de poesías... Y pasa las horas escuchando el eco de esas coloridas aguas.

Nunca se cansa de sobrevolar las montañas, viaja por atajos y siempre se queda para ver al sol diciendo adiós al campo. Su corazón guarda el botón que enciende la luna, en las noches más oscuras, cuando caminar por el sendero es como ir toda la noche de cementerio en cementerio, buscando aparejos para su pijama de "dormir tranquilo".

A menudo le duele el alma, sufre por naturaleza y de sus ojos brotan lágrimas que mojan las hojas de sus libros bohemios, solitarios y tristes, donde desploma las injusticias de sus nuevas marionetas. Ama el amor, taja la censura y el espanto y cuando lo rocía en sus folios, lo hace de la manera más natural y bonita.


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07 mayo 2010



¡Ay...! cuántas veces me habré preguntado, y siempre sin respuesta, si existirán algunos ojos curiosos de leer mis palabras, y si de haberlas leído éstas no les hubieran dicho nada, en el bullicio de tantas letras, pero...

¿Y si no las leyeran?


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04 mayo 2010

Canción triste




"Y el tictac del reloj marca las horas, cuenta hacia atrás"
Enrique Bunbury



Bajo el olivo, el reloj cuenta las horas hacia atrás. Es muy difícil escribir una canción que diga la verdad sobre el pasado, y creo que es imposible hacerlo del futuro. Bajo el olivo, vale la pena escuchar música y arañarse el oído con canciones tristes, leer, llorar, dormir...

Ya ves, y me preguntas extrañada"¿por qué eres tan frío? Te recordaba más humano", y llego a la conclusión de que "antes disimularía mejor" esta misoginia avanzada. Pero el misógino no sólo muestra aversión o desconfianza por las mujeres, sino que deja ostensible su necesidad de ellas por encima de cualquier tipo de interés fútil.

No puedo ser mejor, ni menos cruel, "tápate la cara que mis palabras dejan señales... Y márchate", que no me merezco que no me reconozca ni mi padre, que nadie vea la mano de Dios en lo que hago, que no tengo yo la culpa, que no puedo... Que no soy yo.



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