10 abril 2010

Man in hell





Desde niño, en esta vida, he deambulado por desiertos y navegado océanos y no he escudriñado jamás mi redención --por tener tan claro que no la merecía que ni siquiera la quería en la bandeja ni en las manos de aquellos que en virtud tienen la responsabilidad de concederla--. Desiertos donde las únicas flores que existen están en la imaginación, donde lo más valioso del hombre es su recuerdo. Océanos donde las algas se apoderan de barcos que naufragan y los pies se hunden en aguas de discordia. Y creí llevar el tesoro más bonito del mundo en una botella conmigo, pero en mis labios secos y abiertos sentí resbalarse el último buche de agua clara por mis labios, mil colores de alegría y belleza que no calmaban esa sed ni eran capaces de humedecer mi boca, y una gota se escapó y no llegó a tocar el suelo, la olvidé antes de que entrara en contacto con las arenas del tiempo y se perdiera. El olvido es una canción que muerde cruelmente y no conoce el perdón, sólo entiende de agujas de deterioro y sátiros relojes, irónicos.

Siento amargura en cada nervio, en cada músculo, en cada hueso de mi cuerpo. Mis párpados claudican al sueño y es como si muriera. El día que no pueda más, me hartaré de escribir en el mar, y en el más apartado océano mi cuerpo será sal, pan y vino para los peces.

Hoy veo desde mi ventana cómo arde el mar: veo al petróleo romper sus olas contra la orilla de mi casa, que es un puerto lleno de rocas. Y así me convierto en testigo de mi infierno, y el crudo pinta las paredes y mi techo y los recubre con su capa oscura, y me aproxima cada vez más a este infierno del cual estoy tan cerca que pronto, muy pronto, fuego y oxígeno entrarán por mi ventana, prenderán mis estantes de madera, mi alma melancólica de paja se consumirá en la llama y se perderá en su posterior humo de nube negra, y arrasarán con todos mis libros, y tendré que despedir a mis recuerdos, mis tristes y angustiosos pesares: los peores antagonistas de mis mejores relatos.


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01 abril 2010

Miedo


Tengo miedo. La tarde es gris y la tristeza
del cielo se abre como una boca de muerto.
Tiene mi corazón un llanto de princesa
olvidada en el fondo de un palacio desierto.

Tengo miedo -Y me siento tan cansado y pequeño
que reflojo la tarde sin meditar en ella.
(En mi cabeza enferma no ha de caber un sueño
así como en el cielo no ha cabido una estrella.)
(De Pablo Neruda)



- Niños, ¿alguno de vosotros sabría decirme qué es el miedo?

- ... [Nadie supo, nadie habló].

- Por ejemplo, tú [dijo la profesora, mientras me señalaba], intenta describir "el miedo".

Y allí estaba yo, con doce años y sin saber qué contestar. "Esto... Yo creo que 'miedo' es lo que tengo ahora mismo porque no puedo responderle bien, señorita".

- Ja,ja! ¿Hubieras preferido que le preguntara a otro?

- ... [No pude más que asentir con la cabeza].

- No seas cobarde, ni siquiera lo has intentado: "el miedo ha podido contigo", como se suele decir. El miedo es una emoción que va acompañada de un intenso sentimiento (normalmente desagradable) a causa de algún tipo de riesgo o amenaza y se manifiesta tanto en...

Terminó de explicar la profesora lo que el término "miedo" significaba, sus diferentes enfoques, y lo concluyó, si no recuerdo mal, con algunas pinceladas filosóficas, psicológicas e incluso biológicas.

De esa forma, crecí desde aquel día con una formación teórica en lo que respecta al "miedo" bastante completa, pero, como ocurre con muchas cosas en esta vida, es necesario experimentarlo personalmente. Y aunque no estaba muy preocupado, inmaduramente asustadizo, no sabía hasta qué punto la vida iba a cebarse conmigo y con mis peores miedos.

En fin, uno se va haciendo mayor y se acostumbra al miedo, por infinitas cosas, algunas veces más intenso, otras menos, otras insufrible. Sé muy bien que no se puede vivir con miedo, y sin embargo, a diario lo sufro, y no puedo vivir sin él. La vida resulta más complicada sin él que con él, ¿me explico? ¿Qué sería de la vida si no tuviéramos miedo? El amor tiene "ratitos" en los que merece tanto la pena morir de miedo que es algo que uno acaba agradeciendo, o lamentando.

Es interesante que haya gente intentando "vencer sus miedos", otras lo buscan en películas suspensivamente terroríficas, algunos consienten el gore, entiendo esa necesidad de sentir por un momento aquella indefensión tan imprecisa. El miedo a fracasar, el miedo al amor, el miedo a la muerte, el miedo al propio miedo, miedo al agua, miedo a las arañas, miedo de pensar, miedo de esperar, miedo del peligro, miedo de ver, etc.

¡Vaya rollo os he contado! ¿Queréis que os cuente alguna de esas veces en las que me he querido morir del miedo? Tal vez otro día, que hoy no puedo con el miedo sólo de pensarlo.



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