25 mayo 2009

20 años de ¿cuentos?




Naci para ver caer la nieve sobre la hierba,
a Billy Petersen en las Vegas,
y a Camarón dejar la Isla desierta.

Volé hasta Italia, conduje hasta más allá de Francia,
corrí de las mujeres hasta que me alcanzaron,
mi mejor escondite fue la sombra de un manzano.

Vi arder mi bandera en manos de niños,
a carritos abriendo paso a madres en pasos de cebra,
y a niñas muy sueltas en sus primeras citas.

Viví el último día de los ‘90 la que sería mi supuesta última noche en la Tierra,
y viví una época donde el Presidente nos robaba,
y otra en la que nos conducía hasta la guerra.

Escuché que la gente seguía muriéndose de hambre,
Oí a alguien pegar en la puerta de Bob Dylan
hasta hacer caer las nuevas lágrimas del viejo Clapton.

Pasé de no masturbarme por miedo a quedarme ciego
a desear no poder no cerrar los ojos de pura intensidad.
Del amor, por no querer tener nada que ver, nunca he querido hablar.

Lloré cuando mis Héroes se callaron durante diez años,
y hace catorce, “pongamos que hablo” de Antonio Flores,
aún lloro en el sitio de mi recreo cuando me acuerdo del “chico de no-hace-tanto”.

Tenía un mes de Abril y me lo robaron,
y aún tengo tanto, tanto, tanto miedo,
que si algún día encuentro el valor para decírtelo… Mejor me callo porque no puedo.


Por la paciencia


4 comentarios:

Carlos dijo...

Hermosos versos. La vida cambia en cada segundo, un nuevo amanecer siempre nos puede traer cosas nuevas e inolvidables.
Espero que recuperes algun día ese valor para decir las cosas que sientes. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hermosas y sabias palabras. Como a dicho Carlos en su comentario, la vida cambia en cada segundo y no sabes el ritmo que van a tomar las cosas; pero tambien es cierto que nosotros tenemos la oportunidad de influir en el ritmo que toma nuestra vida, dentro de un margen y que a veces da más miedo el planteamiento de hacer o decir ciertas cosas, que el hacerlas o decirlas. Animo!
Y seguid escribiendo los dos que es muy bonito lo que poneis ;)

Ángelicaladas dijo...

Menudo homenaje a la música y a esa parte de la vida que siempre ha llenado. Cuando te falten las palabras ante los cambios impredecibles, busca, seguro que hay una canción que cuenta o canta lo que sientes.

Besos angelicales.

Carlos dijo...

Hola, quise poner un comentario en la ultima entrada y ha sido imposible, está "inhabilitado para poner comentarios", solo quería avisar por si no os habéis dado cuenta. Un abrazo.