14 diciembre 2012

Pedacitos de mí II

Me muero por dentro cuando, tras hacer algo con buena intención (o sin maldad alguna), las cosas se confunden/malinterpretan y se enfadan conmigo.  

Odio hablar por teléfono, es superior a mis fuerzas. Solo hay unos pocos afortunados con los que no me importa pasar horas hablando. 

 Me gusta organizar planes, aunque al final casi todos se acaban anulando. Me jode mucho, pero se me pasa rápido y vuelvo a organizar algo. Es lo que la vida me ha enseñado: O llamas o nunca te llamarán.  

Todo lo que hago (sobre todo en mi trabajo) lo hago lo mejor que sé. Muchos acaban encantados con mi trabajo, pero nunca sé qué responderles, porque no considero que sea nada fuera de lo normal. 

Llevo queriendo independizarme desde que cumplí los 18. Creo que es la solución a muchos de mis problemas.

No hay comentarios: