07 diciembre 2012

Pedacitos de mí I

 
De pequeño creía en Dios. Las he pasado muy putas desde que tenía apenas 6 años. Dejé de creer en él. Solo recibía cosas malas. De esa forma aprendí que lo bueno solo sucede si te lo trabajas.  

Sonrío porque no quiero contarle mis problemas a nadie. Nadie necesita saberlos. A nadie le importan. 

 Veo a gente de mi pasado y pienso que a todos les ha ido mejor que a mí. Quizás han luchado más por sus sueños.  

Siempre recordaré con un cariño especial mi paso por la facultad. Fui quien no soy y siempre quise ser: un líder, alguien en quien la gente confía para sacar las cosas adelante. 

A veces pienso que un psicólogo no me vendría mal para soltar toda la mierda que aguanto y no tengo a quien contar. Otras, simplemente, me siento a escribir.

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