28 agosto 2008

El precio de la fama


Todos tenemos una capacidad y una serie de virtudes que nos hacen especiales, diferentes de los demás. En el camino por encontrar la verdad, el significado de la propia vida e intentar conocernos a nosotros mismos, se pierde un tiempo equivalente al que se tardaría en terminar una carrera y encontrar el amor de tu vida. Sin embargo, ya se sabe que conocerse a uno mismo es más chungo que todo eso, más que acabar ingeniería y a posteriori casarte.

Muchos buscan la fama para… ¿salir en televisión? ¿Que los conozcan personas que no conocen? Que le pidan firmas y autógrafos? ¿Porque piensan que así van a hacerse ricos?
Todas esas personas en su desesperada búsqueda por hallar la fama olvidan que lo que en realidad importa es ser uno mismo, ser famoso por hacer lo que te gusta sin dejar de ser tu mismo es encontrar la fama. Buscar la fama es otra cosa, ¿cierto?

El precio de la fama, así lo he llamado. Debe ser duro ser famoso por algo que no eres. O ayudarte vendiendo tu vida personal para promocionar tu disco y luego arrepentirte, cuando es demasiado tarde y todo el mundo te ve… como… a otra puta más de la televisión. O puto, perdón.

Admiro a toda esa gente que es famosa exclusivamente por su trabajo y que me hace creer que es él mismo. Mirad a Karlos Arquiñano, por favor, qué jefe… ¿está loco? Puede… pero mientras tú te ríes pensando que está chiflado, él se ríe porque está haciendo lo que le gusta, y cobra por ello!!! Joder… qué suerte! Mi madre no se pierde ni un solo capítulo, aunque luego no me prepara ningún plato raro de esos..

Perdón, volvamos. La fama a toda costa. No la quisiera para mi. Si algún día criara fama, como dicen, me echaría a dormir, ¿no? Es una carga muy pesada y todos somos corrompibles. Si alguno ve que me salgo del camino, o que me duermo, me despiertas. Si no recuerdo a qué he venido… me despiertas. Nos despiertas, a los dos, ¿vale?




Esto lo escribí con 18 años, cuando estaba loco por ser famoso…jaja

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