08 septiembre 2008

Pájaros en la cabeza




“Hace un calor horrible en el patio. Me levanto y me seco el sudor con la camiseta. Puedo ver cómo muchos juegan a baloncesto, aprovechando estos 25 minutos.

En la misma esquina de siempre, la fuente de agua seguida de una cola espantosa. Me saco un papel del bolsillo, estoy escribiendo un poema para mi niña. Ya está casi listo. Cuando salga de aquí, iré directo a comprar algo y a dárselo.

Mi compañero y gran amigo se acerca para decirme que debo dejar de fumar cuanto antes. “¿Yo qué le hago? Es el único vicio que tengo, además me relaja”. Me apoyo en la vieja pared desconchada y sucia y me vuelvo a sentar en los mismos escalones de antes. Reímos durante un rato y mi colega se larga después de una conversación despreocupada y rutinaria.

Al momento, por la puerta central, sale “el sargento” cuando se cumple el tiempo de recreo. Es el demonio en persona. Entendemos que se ha acabado la diversión. Él lo confirma: “¡Venga, todos a la fila!”.

Aspiro la última calada de mi cigarro y lo tiro a un lado. Me pongo en pie y sonrío pensando que ya ha pasado un día más. Pero aún faltan 11 meses para salir de aquí. La celda no es un sitio tan espantoso. Lo peor es esperar. Yo espero aquí dentro, encerrado, mientras mi familia me espera ahí fuera, libres, gracias a Dios. Aunque repito, lo peor es esperar…”




En la vida, hay veces que tenemos que esperar por alguien, es parecido a cumplir condena. Este texto va dedicado a todos los pájaros de nuestras cabezas que quieren volar, y aspiran a hacerlo algún día.


.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

contais muxas cosas interesantes,,,
os admiro x tener ese talento de scribir.. seguid asi xq llegareis a alg importante en la vida!!!!



/ninia_morenica

Antonio dijo...

Algo importante en la vida, jeje... Tú sigue pasándote por aquí que eso si que es importante ;-)

besos